Solos quedan los muertos

Nadie, ni la Policía ni nadie, podría relacionarle con esa arma. O eso creía, al menos. Y si daban con él, tendrían que hacerlo pronto: Sus días se acababan. Era el momento de ajustar cuentas… y de mirar atrás.

Intimista y policiaca, esta novela quedó finalista en la XXXV edición del premio Felipe Trigo.