El noveno libro publicado por Jesús Carlos Gómez Martínez, en esta ocasión de corte juvenil, reza en su contraportada:
“En pleno agosto, al comienzo de esta novela trepidante, Juanjo y Dimas reparan, a través de una verja, en un perro sujeto a un olivo.
—Qué pobre —comenta Juanjo—. Está solo y atrapado.
—Y tiene que pasar un calor… —agrega Dimas.
Los dos hermanos observan al perro.
—A mí ya me gustaría ayudarle, pero es imposible.
—No; no es imposible —sentencia Dimas—. Podemos liberarlo.
Muy cerca, el policía municipal del pueblo les vigila. Conoce a Juanjo y a Dimas, sospecha que traman algo y no descansará hasta meterlos en un reformatorio”.
La novela tuvo una acogida excelente.